Las hojas son pequeñas fábricas de la producción del azúcar que transforman la energía de luz en la energía química y después la almacenan. La eliminación de hojas priva la planta de una de las fuentes de energía y su crecimiento se retrasa. Si Usted no lo cree, haga un experimento: encuentre cualquiera planta con un par de las hojas grandes enfrente y con unas ramitas pequeñas que crecen del seno de cada hoja grande. Quite una de las hojas grandes y mire qué ramita va a crecer más rápidamente. Quitar las hojas por completo perjudica a la planta, incluso se ponen amarillas y se secan. Si las hojas grandes impiden a la luz penetrar a las ramas inferiores, se puede cortar el tercio o la mitad de hojas.
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Para empezar corto una hoja en cada nudo en el orden escalonado (staircase pattern), cuando aparezcan las primeras hojas de cinco extremos. Esto estimula el crecimiento lateral y da a la planta posibilidad de recibir más luz. Corto el ápice después de la aparición de 4-5 pares de hojas, usando la técnica FIM, dejando intacto cerca del 20% de las yemas del crecimiento. La poda permite obtener por lo menos dos nuevos tallos que fructifican. Y durante el uso correcto de la técnica FIM, yo obtenía hasta 5 nuevos retoños (he oido hablar que algunos conseguían incluso 8). La poda del ápice da a las ramas inferiores el plazo para crecer, acercándolas a la fuente de luz.
Aplicando el entrenamiento correcto y otras manipulaciones, Usted puede hacer estas plantas gigantescas crecer horizontalmente, efectivamente reduciendo la altura general de su jardín más de 50%. Así, Usted puede máximamente acercar la lámpara, por cuánto esto es posible para todos los lugares de la formación de cogollos. Al tener una multitud de los retoños fructificados que se situan muy cerca de la fuente de luz Usted obtiene mayor cantidad de los cogollos de alta calidad.
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